Cada niño y niña lleva su ritmo de trabajo en el cuaderno de Lamela, al igual que las tareas que se realizan en él se adaptan a lo que cada uno necesita trabajar.
Los pequeños que no hayan llevado el cuaderno de Lamela a casa es porque les quedan algunas hojas por finalizar, las cuales se terminarán cuando regresemos de vacaciones.
Una vez que finalicen un cuaderno de Lamela se lo llevan a casa y deben traer otro nuevo, por eso, os pido que tengáis uno de repuesto siempre en casa.